sábado, 25 de julio de 2009

DOS CONSEJAS QUE NOS VIENEN MUY A CUENTO


Por casualidad escuché vía TV en dos oportunidades, referencias acerca del notable abogado francés. Maximilien Robespierre (1756 – 1794), y verdadero cohete para surgir en la esfera política de su país, al momento de la revolución francesa. Fue un destacado personaje en los episodios de esa revolución, y factótum del llamado Régimen del Terror. Fue sujeto de ideas democráticas; fue quien propuso la ley que prohibió la reelección de diputados, y quizá más que nadie influyo para que Francia se apartase de la beligerancia con otras naciones, para así poder consolidar la revolución.

Para muchos era un hombre austero, probo e íntegro: por ello lo llamaron: “el incorruptible” Para otros, un muérgano que permitió la matanza de cientos de miles de franceses, sin mayor fórmula de juicio. En la guillotina (París) rodaron muchas cabezas: Luis XVI, María Antonieta de Austria, Gay Lussac, Danton, ………….………., y finalmente el mismo Robespierre

En realidad Maximilien no tenía mayores escrúpulos a la hora de sacar del medio a cualquiera. Así raspó a Danton. A Marat no, porque se le adelantó Carlota Corday, y como furibundo jacobino acabó con los girondinos, para adjudicarse el poder. Pero tal como lo apunta una conseja muy de la provincia venezolana: “ a cada cochino le llega su sábado” , y así fue. Tras un destemplado discurso en la Convención, pese a ser él brillante orador, dejó entrever que tenía una nueva lista para los verdugos; tras lo cual, temiendo todos que sus nombres estuvieran en la fulana lista, lo apresaron y rápidamente hicieron rodar su cabeza..

Como todo político, decía una cosa y hacía otra. Son numerosas y célebres las sentencias que dejó. Entre ellas, dos que siempre me ha llamado la atención:

* “EL REY TIENE QUE MORIR PARA QUE VIVA EL PUEBLO.”

** “EL SECRETO DE LA LIBERTAD ES EDUCAR A LAS PERSONAS; Y EL DE
LA TIRANÍA ES MANTENERLAS IGNORANTES”

La primera tiene que ver con la alternabilidad en el poder. Esa muerte no involucra necesariamente la desaparición física, sólo el apartarse del poder tras el lapso legal.

La segunda se nos ha aplicado largamente; basta citar a J.T. Monagas, Páez, Julián y Cipriano Castro y J.V. Gómez., y lo “pior”: nos la siguen aplicando. Cuando hay clases no hay pupitres , no hay sanitarios, o no hay estructura, pero a Dios gracias hay mucho árbol que da sombra la cual abarca varios pizarrones y alumnos.


Bqto. 16 Julio 2.009