viernes, 4 de septiembre de 2009

El Indicador "ERA" para Lanzadores de Béisbol


Escuchar una conversación entre tomadores de café en una Panadería, me persuadió a redactar este artículo, pues parece que no muchos aficionados tienen una idea clara acerca del indicador citado en el título.

El béisbol es el deporte objeto de la mayor cantidad de indicadores estadísticos; a veces es abusivo y necio ese empleo. Ya parece que se registra hasta la cantidad de veces que un lanzador, habiendo corredor en la primera base, mira hacia dicha base (*), y de ñapa, las veces que cualquier jugador se rasca la base del cráneo.

Las siglas se refieren a: “Earned Run Average”. “To Earn” es un verbo inglés que en cristiano significa: ganar(se), merecer(se), hacerse acreedor, devengar, etc. “Run” significa carrera, y “Average” significa promedio. En resumen, nos referimos al promedio de carreras anotadas a un lanzador, por cada nueve (9) entradas. La primera observación consiste en que en la cantidad de carreras no entran las “carreras sucias”, o aquéllas que resultan de errores del equipo, pero no imputables al lanzador. Tampoco entran en la cuenta para el lanzador entrante o relevista, aquellas carreras que aunque “limpias”, fueron anotadas por corredores que dejó en bases el lanzador saliente, así, para un lanzador que entra como relevo y encuentra dos hombres en bases, las carreras que estos puedan anotar no serán cargadas a él, sino al lanzador que los dejó en base. Qué sucede si en cualquier circunstancia se anotan carreras por error del propio lanzador, en este caso: sí serán imputables al lanzador y entrarán en la cuenta para el cálculo del ERA.

Para calcular su valor ; primero se determina el valor del cociente que resulta de dividir la cantidad de carreras anotadas al lanzador, entre la cantidad de entradas o episodios (innings) durante los cuales le ha sido anotada dicha cantidad de carreras. Así el numerador siempre será un número natural, y el denominador podrá serlo también, o bien, podrá ser fraccionario, según que el lanzador culmine en episodios completos o parciales en función de la cantidad de “outs” que haya a su favor en el episodio en el cual es retirado. Por ejemplo: veinte (20) episodios completos y un “out” en el episodio N° 21, equivale a veinte y un tercio de episodio. Como todo juego normal consta de nueve entradas, dicho cociente se multiplicará por nueve (9), y así obtendremos el valor buscado. Si en forma tabular colocamos los datos referidos a tres terribles lanzadores, el resultado puede ser a título de ejemplo:

CASO N°1 Para Igual Cantidad de Episodios
........................................Carreras Episodios .......ERA
Tirapiedra Selaven .........18 ..............45 ..............3,6
Chucho McChambon ......13 ..............45 ..............2,6
Vergocio Peña ..................8 ...............45 ..............1,6

CASO N°2 Para desiguales Cantidades de Episodios
.................................................Carreras ......Episodios ....ERA
Tirapiedra Selaven ...................14................ 18 ...............7
Chucho McChambon ................11 .................24 ..............4,12
Vergocio Peña ............................4 ...................7 ................5,14

Lo anterior nos señala que en el caso N°1, Vergocio (por algo lo bautizaron así) ha tenido una efectividad (1,6) bastante superior a la de sus otros dos colegas, pues habiendo lanzado durante la misma cantidad de entradas, a él le han anotado menos carreras. Para el caso N° 2, resulta que la mejor efectividad (4,12) la posee el zurdo Chucho. Lástima que un lobanillo asimétrico no infiltrable esté afectando su codo izquierdo, por lo cual de inmediato será intervenido quirúrgicamente. Al enterarse del parte médico, Chucho, parco como siempre, impactó a la afición al declarar a la Prensa:
¡ Que buena Vaina ¡.

Cierto es que Tirapiedras resulta ser quien con sus lanzamientos ha hecho más honor a su apellido, porque definitivamente: se la ven más que a los otros dos.

De lo anterior se desprende que: entre menor sea el valor numérico del indicador, mejor será la efectividad del lanzador.

La base de este indicador es nueve (9); si en el Caso N° 1 tomáramos para Vergocio el valor del cociente (8/45) y lo multiplicamos por cien, obtendremos: (8/45)100 = 17,78 , ó sea, que en porcentaje o base 100, la efectividad equivale a un 17,78%. Si la base fuese la unidad (1), el indicador sería igual al 0,1778 por uno. Vemos entonces que el valor “ERA” se refiere a un tanto por nueve, que podemos convertir a un tanto por ciento, multiplicando por (100 / 9) = 11,111111 ; así
( 1,6 x 11,111111) = 17,78%, y recíprocamente, multiplicando por 0,09 podemos convertir desde un tanto por ciento a un tanto por nueve: 17,78 x 0,09 = 1,6

Otro indicador que mide la efectividad de un lanzador, es la relación entre la cantidad de corredores embasados y la cantidad de entradas lanzadas, todo ello multiplicado por nueve para llevarlo a la base de nueve entradas. Aquí tampoco entran en cuenta los corredores que se embasan por errores no imputables al lanzador. Juzga tú cuál es mejor indicador.

Considérese que estos indicadores no miden a una función continua. Por otra parte; cualquiera de ellos está sujeto a un significativo grado de subjetividad: las decisiones de los árbitros, el azar, las características del estadio y otras tantas.

SALUD, ya va a comenzar el juego.

(*) Según el comentarista Ruquén Miscares; también se registra si no hay corredor en la primera almohadilla, para determinar si al lanzador le gusta el primera base, y si es recíproco el sentimiento.

Estadio Municipal de Cabudare “Martín Tierrero”; mayo 2.005

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